Con la Monoball KHO, Klinger Fluid Control lanza una nueva válvula de bola aún más robusta.
Las tuberías de calefacción urbana son como un acordeón. Se expanden y contraen constantemente. Tienen cientos de kilómetros de longitud y las fluctuaciones estacionales de presión y temperatura provocan enormes cambios de longitud.
Esto no sólo ocurre con las tuberías, sino que también con las válvulas de bola, que se colocan entre las tuberías a intervalos regulares para poder cortar el agua en caso necesario. En particular, las soldaduras de estas llaves esféricas están sometidas a una tensión extrema. Si fallaran, se interrumpiría el suministro de calefacción y sería necesario realizar grandes trabajos de excavación. Para evitarlo, Klinger Fluid Control (KFC) lanza toda una nueva generación de válvulas de bola: la Monoball KHO.