La Zona Cero de Nueva York resurge de las cenizas del 11 de septiembre. Diversos proyectos se están desarrollando para devolverle la vida a esa zona de Manhattan. Uno de ellos involucra a la producción de acero del País Vasco en la construcción del Intercambiador de Transportes.
El presupuesto que respalda este proyecto es 850 millones de USD (592 millones de euros) mayor al que se manejaba en un principio, ya que actualmente alcanza los 3.373 millones de USD (2.350 millones de euros). El diseño del arquitecto español Santiago Calatrava será construido con acero provisto por URSSA, la cooperativa alavesa perteneciente a la Corporación Mondragón. Dicha compañía suministrará la estructura de acero que soportará las plantas de tan compleja infraestructura.
La construcción de vidrio y acero que tendrá el aspecto de un ave liberada por las manos de un niño, tiene como objetivo conectar los trenes de cercanías de la Autoridad Portuaria Trans-Hudson, el metro neoyorquino y el enlace ferroviario con el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, toda una obra de gran magnitud.
URSSA maneja este proyecto para introducirse en otros mercados de Estados Unidos, Argentina, Chile, Uruguay o México, después de haber obtenido la certificación AISC por el American Institute of Steel Constructions, máxima certificación de EE. UU. para poder suministrar estructuras metálicas a este país.
URSSA tiene su sede en Vitoria, donde tiene dos fábricas con 350 empleados y factura más de 72 millones de USD (50 millones de euros) anuales.
El presupuesto que respalda este proyecto es 850 millones de USD (592 millones de euros) mayor al que se manejaba en un principio, ya que actualmente alcanza los 3.373 millones de USD (2.350 millones de euros). El diseño del arquitecto español Santiago Calatrava será construido con acero provisto por URSSA, la cooperativa alavesa perteneciente a la Corporación Mondragón. Dicha compañía suministrará la estructura de acero que soportará las plantas de tan compleja infraestructura.
La construcción de vidrio y acero que tendrá el aspecto de un ave liberada por las manos de un niño, tiene como objetivo conectar los trenes de cercanías de la Autoridad Portuaria Trans-Hudson, el metro neoyorquino y el enlace ferroviario con el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, toda una obra de gran magnitud.
URSSA maneja este proyecto para introducirse en otros mercados de Estados Unidos, Argentina, Chile, Uruguay o México, después de haber obtenido la certificación AISC por el American Institute of Steel Constructions, máxima certificación de EE. UU. para poder suministrar estructuras metálicas a este país.
URSSA tiene su sede en Vitoria, donde tiene dos fábricas con 350 empleados y factura más de 72 millones de USD (50 millones de euros) anuales.