Las deficiencias en la terminal marítima de Dos Bocas obligaron a la Petrolera Estatal de México Pemex a invertir 377 millones dólares (277,18 millones de euros) en las instalaciones de tratamiento de crudo para resolver los problemas de calidad en su mezcla principal del producto de exportación.
El proyecto, para el que aún no se ha lanzado la convocatoria a licitación, prevé la construcción de nuevos equipos en la terminal de petróleo de Dos Bocas que impidan la entrada de agua y reduzcan el contenido de sal en el petróleo crudo mexicano.
Los operadores de crudo argumentan que las fluctuaciones en la calidad del petróleo crudo mexicano se han vuelto más comunes al venir con cargas más pesadas de las previstas o con un alto contenido de agua, haciéndolo más difícil de refinar.
Aún con los problemas de calidad antes mencionados, ningún cargamento de crudo mexicano ha sido rechazado por los compradores debido a deficiencias de calidad; no obstante, las refinerías están ansiosas por ver el problema resuelto, ya que les provoca importantes incrementos en los costos de refinado.
Mejorar las instalaciones de tratamiento de crudo también podría ayudar a Pemex en la contención de la caída en la producción de petróleo, que ha visto reducido su volumen en casi una cuarta parte desde 2004 (a menos de 2,6 millones de barriles por día), lo que amenaza la condición del país como un importante exportador de petróleo.
El proyecto, para el que aún no se ha lanzado la convocatoria a licitación, prevé la construcción de nuevos equipos en la terminal de petróleo de Dos Bocas que impidan la entrada de agua y reduzcan el contenido de sal en el petróleo crudo mexicano.
Los operadores de crudo argumentan que las fluctuaciones en la calidad del petróleo crudo mexicano se han vuelto más comunes al venir con cargas más pesadas de las previstas o con un alto contenido de agua, haciéndolo más difícil de refinar.
Aún con los problemas de calidad antes mencionados, ningún cargamento de crudo mexicano ha sido rechazado por los compradores debido a deficiencias de calidad; no obstante, las refinerías están ansiosas por ver el problema resuelto, ya que les provoca importantes incrementos en los costos de refinado.
Mejorar las instalaciones de tratamiento de crudo también podría ayudar a Pemex en la contención de la caída en la producción de petróleo, que ha visto reducido su volumen en casi una cuarta parte desde 2004 (a menos de 2,6 millones de barriles por día), lo que amenaza la condición del país como un importante exportador de petróleo.
