En muchas ocasiones una presión elevada que supera los tres bares es la causa de averías en las tuberías de nuestros hogares. Para evitar este problema, se instalan reductores de presión en la tubería principal de distribución, que es la que lleva el agua a casa. El reductor se coloca justo después de la llave de paso del contador. Este reductor consigue mantener una presión moderada y constante en la entrada del agua a nuestra casa. Sin embargo, si la presión de entrada es excesiva, se aconseja instalar dos válvulas. La primera válvula debe instalarse cerca del contador y la segunda válvula cerca de los grifos. De esta modo, la presión se reduce en dos pasos. Uno de los objetivos del uso de dos válvulas consiste en la prevención de la formación de burbujas internas; este es un fenómeno llamado cavitación. La formación de burbujas en nuestras tuberías puede causar serios destrozos en nuestras tuberías debido a que el aire fuerza las partes internas de las tuberías llegando a estropearlas.
De igual manera, debemos estar alerta cuando la presión es demasiado baja, la cual puede estar indicándonos que tenemos una obstrucción en la entrada del contador. Si se nos presenta esta situación, cerraremos todas las llaves de paso y soltaremos las tuercas que sujetan el filtro. Seguidamente, limpiaremos el filtro y volveremos a colocarlo otra vez en su sitio.
De igual manera, debemos estar alerta cuando la presión es demasiado baja, la cual puede estar indicándonos que tenemos una obstrucción en la entrada del contador. Si se nos presenta esta situación, cerraremos todas las llaves de paso y soltaremos las tuercas que sujetan el filtro. Seguidamente, limpiaremos el filtro y volveremos a colocarlo otra vez en su sitio.