En el marco del 4° concurso convocado por la Cámara Argentina del Acero para estudiantes de Arquitectura se han presentado numerosos proyectos de excelente calidad. El jurado, compuesto por los arquitectos Mariano Clusellas, Javier Fernández Castro y Martín Ramiro Torrado dictaminó quienes han sido los ganadores.
El primer lugar lo obtuvo el equipo conformado por Juan Manuel Balsa, Jael Bengualid, David Coffio, Facundo Ferreyra de la Universidad Nacional de Córdoba, quienes presentaron una sintética propuesta que rescata de forma muy acertada el valor histórico y patrimonial del sitio.
La esencia del proyecto se evidencia en una estructura transparente, donde el efecto lineal logrado en la cubierta se ve aumentado al coincidir con el de los accesos a los programas subterráneos. El jurado también estima como positivo la relación de la esencia del proyecto con la imaginería ferroviaria y del transporte, la cual redimensiona en una lógica rigurosa y austera.
El segundo lugar fue para los estudiantes Juan Ignacio Olazábal, Leandro Piazzi, Federico Torres, también de la Universidad Nacional de Córdoba. Esta propuesta se destaca por su vinculación con el elemento urbano así mismo se valora muy positivamente la calidez del espacio interior lograda en la zona de espera de los andenes.
El proyecto se estructura en torno a un sistema constructivo muy preciso, aunque su materialización se ve cuestionada por la complejidad de algunos elementos estructurales al mismo. El jurado visualiza una disrupción en la concepción de la ventilación de los espacios.
La mención especial fue para los estudiantes de la Universidad de Rosario: Florencia Mazzei, Mercedes Chierri, Franco Calise, José Sarua y Brenda Pratch. En esta propuesta, el juego morfológico se da cita en la superposición de los tres edificios, pese a esto se cuestiona la eficiencia de los espacios funcionales al utilizarse doble líneas estructurales.
El primer lugar lo obtuvo el equipo conformado por Juan Manuel Balsa, Jael Bengualid, David Coffio, Facundo Ferreyra de la Universidad Nacional de Córdoba, quienes presentaron una sintética propuesta que rescata de forma muy acertada el valor histórico y patrimonial del sitio.
La esencia del proyecto se evidencia en una estructura transparente, donde el efecto lineal logrado en la cubierta se ve aumentado al coincidir con el de los accesos a los programas subterráneos. El jurado también estima como positivo la relación de la esencia del proyecto con la imaginería ferroviaria y del transporte, la cual redimensiona en una lógica rigurosa y austera.
El segundo lugar fue para los estudiantes Juan Ignacio Olazábal, Leandro Piazzi, Federico Torres, también de la Universidad Nacional de Córdoba. Esta propuesta se destaca por su vinculación con el elemento urbano así mismo se valora muy positivamente la calidez del espacio interior lograda en la zona de espera de los andenes.
El proyecto se estructura en torno a un sistema constructivo muy preciso, aunque su materialización se ve cuestionada por la complejidad de algunos elementos estructurales al mismo. El jurado visualiza una disrupción en la concepción de la ventilación de los espacios.
La mención especial fue para los estudiantes de la Universidad de Rosario: Florencia Mazzei, Mercedes Chierri, Franco Calise, José Sarua y Brenda Pratch. En esta propuesta, el juego morfológico se da cita en la superposición de los tres edificios, pese a esto se cuestiona la eficiencia de los espacios funcionales al utilizarse doble líneas estructurales.
