Acero asturiano a Europa

Tras cinco años de crisis y una dolorosa reconversión que llevó a ArcelorMittal  a cerrar dos hornos altos en Bélgica (Lieja) y suspender la actividad en Florange, la producción de acero en Europa no ha conseguido despegar. ArcelorMittal llegó a tener parados prácticamente la mitad de los hornos de los que dispone en el viejo continente. Fuentes del sector coinciden en que la situación actual es hoy mucho más preocupante, no sólo por el contexto económico sino por la situación interna del grupo. Pero con la firma de un nuevo convenio se prevé poder revertir la situación en pocos años.
La firma del acuerdo ha permitido incrementar notablemente la actividad de los talleres asturianos. La planta recibió gracias a él, entre 400.000 y 600.000 toneladas de pedidos de productos acabados destinados al mercado exterior que garantizaron carga de trabajo para todo el semestre y han resultado de vital importancia para que se pudieran normalizar las instalaciones.
El futuro pasa en buena medida por los resultados del plan de competitividad que el grupo diseñó para el quinquenio 2013-2017 tras constatar que la caída del 20% del consumo de acero en Europa era estructural y no coyuntural. El principal objetivo será lograr reducir costos y aumentar la productividad de las plantas
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