Perú. La refinería peruana La Pampilla festejó recientemente su aniversario n.º 50 desde su inauguración en 1967. Desde 1996, la refinería es operada por Repsol. Actualmente cuenta con una capacidad de destilación que representa la mitad en el país andino y se ha configurado como la más importante de Perú.
Sus instalaciones e infraestructura en El Callao son reconocidas por la eficiencia de sus procesos y la seguridad. Su capacidad total de refinación alcanza los 117.000 barriles diarios de petróleo.
A lo largo de estos años al mando de Repsol, las inversiones la han afirmado como “la refinería de petróleo más moderna e importante del país, con estándares internacionales e indicadores que la colocan a nivel de las mejores de la región”.
En 2016, finalizó el proceso tras la última de estas inversiones, ocasión en la cual la instalación inició su producción de diésel de bajo azufre, gracias a la inyección de 476 millones de dólares (aproximadamente 388 millones de euros).
Por supuesto que la compañía se ha ido adaptando a las necesidades del mercado a lo largo de todos estos años. En relación a eso, la gestión de Repsol marcó “un proceso continuo de inversión y mejora, superando -desde 1998 hasta 2016- los 1.000 millones de dólares (aproximadamente 816 millones de euros)”.