Ampo continúa teniendo éxito en su negocio de fundición de aceros y en el diseño y fabricación de válvulas de alto valor tecnológico en el que se ha transformado en un referente mundial. Luego de pasada la crisis económica la cooperativa guipuzcoana con 4 décadas de historia cuenta con una plantilla de 650 trabajadores, de los que aproximadamente 160 están empleados en la planta que tiene en India. Del resto, cerca del 80% son cooperativistas.
Su negocio en el 2012 fue del entorno de los 155 millones de euros (aprox. 212 millones de USD), un 35% más que en el 2011, lo que le permitió situarse en guarismo de 2008, cuando comenzó la crisis de la economía internacional.
Los pronósticos indican que una vez finalizado el ejercicio 2013 las ventas hayan crecido un 22% para llegar a los 190 millones euros (aprox. 260 millones de USD) de facturación.
Ampo ha sabido adaptarse a los cambios sociales y económicos con una apuesta por la innovación y la calidad centrada en un modelo de negocio basado en un sistema organizativo donde los protagonistas son los trabajadores.
El esfuerzo de internacionalización ha sido muy importante con una inversión en I*D+i y una estrategia de orientación al cliente que le han permitido exportar el 95% de su producción en mercados de los cinco continentes.