Los productos de acero introducidos en el mercado mexicano desde el exterior siguen ocasionando problemas a las firmas mexicanas.
Dicha situación preocupa a la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero), ya que la considera una práctica continuada de contrabando de productos de acero, que de esa manera evitan pagar el Impuesto General de Importación (IGI), el IVA y las cuotas compensatorias, logrando incluso que sus precios de mercado sean inferiores a los precios de producción de los productos mexicanos.
Los precios de estos productos son tales que pueden llegar a estar entre un 50 y un 70 por ciento más bajos que los mexicanos, principalmente las láminas y tubos de acero.
Pero no solo el acero mexicano pierde con esta competencia desleal, también lo hacen productos de otros países importados al mercado mexicano, que recibe importaciones de 49 países, con un volumen de seis millones de toneladas.
Una de las causas de este mal es la gran apertura del mercado mexicano, que casi no pone impedimentos ni establece controles para la importación de acero. Dicha circunstancia es aprovechada por los comerciantes desleales para realizar estas maniobras que denuncia Canacero, como son la evasión de IGI, IVA y cuotas compensatorias, a través de toda una gama de herramientas fuera del marco legal, como son las triangulaciones, las exportaciones ficticias, las empresas inexistentes, la deficiente clasificación arancelaria, entre muchas otras.