El cierre de ILVA, la mayor empresa industrial del acero de Europa, localizada en Taranto, Italia, ha generado muchísimos comentarios y polémicas. Aparentemente, la acería está acusada de emitir el 93 % de las sustancias contaminantes en Italia, que no solo habrían afectado directamente al medioambiente, sino también se están investigando cientos de casos mortales y de cáncer.
Por otro lado, están quienes defienden los 20.000 puestos de trabajo que se perdieron, con todo lo que esto conlleva, si se tiene en cuenta que detrás de cada uno de los puestos de trabajo hay una familia que depende del mismo para vivir. A todo esto se suman denuncias hacia los dirigentes de la empresa, los cuales se los acusa de ocultar la gravedad de los hechos.
Los residuos de la empresa no se correspondían a las normas establecidas en la región, lo que habría causado en manera muy notoria el aumento de personas con problemas de salud.
A raíz de todo esto es que la fiscalía resolvió el cierre de por lo menos 6 hornos, lo que implicó la pérdida de muchos empleos. 11 mil funcionarios y sus familias salieron a la calle a manifestar.
Por otro lado, están quienes defienden los 20.000 puestos de trabajo que se perdieron, con todo lo que esto conlleva, si se tiene en cuenta que detrás de cada uno de los puestos de trabajo hay una familia que depende del mismo para vivir. A todo esto se suman denuncias hacia los dirigentes de la empresa, los cuales se los acusa de ocultar la gravedad de los hechos.
Los residuos de la empresa no se correspondían a las normas establecidas en la región, lo que habría causado en manera muy notoria el aumento de personas con problemas de salud.
A raíz de todo esto es que la fiscalía resolvió el cierre de por lo menos 6 hornos, lo que implicó la pérdida de muchos empleos. 11 mil funcionarios y sus familias salieron a la calle a manifestar.