España. A pesar de no contar con una industria nuclear de gran tamaño, España se presenta muy competitiva en ese sector. Según el presidente del Foro de la Industria Nuclear Española, Antonio Cornadó: “nuestras empresas tienen una participación muy elevada en la construcción, operación y mantenimiento de instalaciones nucleares en más de 40 países en cuatro continentes.”
Las claves son el desarrollo temprano del programa nuclear español, sumado a la inteligencia de estas compañías para involucrarse en nichos estratégicos como lo son el mercado de combustibles en países como Bélgica, Francia y Suecia; bienes de equipo en Estados Unidos, Reino Unido, Corea del Sur, Finlandia, Sudáfrica, Taiwán, Japón o China; o suministros en Argentina, Bulgaria, China, Eslovaquia, México, Rusia o Suiza.
Entre los casos de éxito puede nombrarse a la compañía Ensa, un fabricante de grandes componentes como vasijas de reactor, generadores de vapor o cabezales de elementos de combustible. Cuenta con unos 700 trabajadores y vende el 80 % de su producción fuera de España. Por su parte, Ringo Válvulas, una sociedad fundada en el 2000, y ahora integrada en el Grupo Samson de Alemania, exporta casi la mitad de sus productos para centrales nucleares. Por último, destaca el caso de Tecnatom, una firma de ingeniería que se dedica a la formación y entrenamiento del personal y a la verificación e inspección de las centrales. La empresa, según su Director de Estrategia y Desarrollo, Juan Ortega, verifica “la integridad de los elementos de combustible, la vasija de confinamiento del reactor, de los sistemas de transporte de agua o las bombas”. Presente en 30 países, con una plantilla de casi mil trabajadores, hace al menos una docena de estas inspecciones al año. Con filiales en Francia, Brasil, China, Emiratos Árabes o EEUU, tiene el 30 % de su plantilla en el exterior.
