La crisis energética se ha trasladado a Guayana, lo que ha provocado el recorte en la producción de las fábricas Alcasa y Venalum.
Las líneas 1 y 2 de Alcasa ya se encuentran paralizadas, mientras que en Venalum (fábrica de aluminio) ya hay detenidas 128 celdas de las 360 que se propone interrumpir. El impacto económico en la industria es muy significativo; solo para Venalum, este recorte en la producción que ronda el 40% implica pérdidas de 850.000 dólares (586.000 euros) al día.
Es evidente que la falta de mantenimiento e inversiones en el sector energético son una de las causas de estas medidas, además de la sequía existente provocada por el fenómeno meteorológico denominado El Niño.
Entre las medidas propuestas para sobrellevar la crisis se encuentran el adelantamiento del horario y la construcción de nuevas centrales eléctricas. Una de ellas será construida por la firma argentina Electroingeniería en conjunto con Inelectra y Sener por una suma de 760 millones de dólares (524 millones de euros). Su puesta en funcionamiento prevé mitigar la crisis energética y poner en funcionamiento nuevamente las fábricas siderúrgicas a pleno rendimiento. El proyecto consiste en la construcción de la planta de ciclo combinado Termozulia III, que estará localizada a unos 20 kilómetros de Maracaibo, en el estado venezolano de Zulia.