El derrame de petróleo en la plataforma petrolera de BP que expulsó 172 millones de galones de petróleo en el Golfo de México en el 2010 fue causado por un equipo defectuoso.
El dispositivo tenía varios defectos y no había sido sometido a pruebas eficaces. El artefacto forma parte de las medidas de seguridad encima de la plataforma submarina y presenta riesgos actualmente porque sigue siendo usado en algunas plataformas.
Las fallas fueron atribuidas a la mala gerencia y a los operadores por la Junta de Asuntos Químicos de Estados Unidos. Dicho reporte se concentra en las condiciones de la válvula de seguridad defectuosa que cargaba cables averiados en dos lugares distintos, tenía las baterías gastadas y una tubería doblada.
Los problemas con esta válvula eran peores de lo que se creía en un principio cuando se corroboró que la válvula de seguridad no había funcionado en el accidente.
Debemos recordar que la explosión mató a 11 obreros en la plataforma Deepwater Horizon, a unos 80 kilómetros (50 millas) de la costa de Luisiana.
La función de esta válvula era de que en caso de emergencia, el dispositivo empleara diversos mecanismos como candados o tenazas, para detener un derrame de petrolero y evitar que el petróleo surja del pozo hacia la plataforma.