Argentina – Argentina tiene ante sí el desafío de revisar sus políticas para atraer inversores, luego de que fuera calificado como país dueño de la segunda mayor reserva de gas de esquisto y cuarta en petróleo de esquisto.
El país, que fue en el pasado líder regional en energía, ha recibido críticas por sus políticas en torno al manejo de sus hidrocarburos y su política económica internacional, en un contexto que presenta una baja en los precios de petróleo que ya impacta negativamente en las inversiones de manera global.
Argentina deberá plantearse la posibilidad de realizar cambios para acercarse de manera más amigable a inversores internacionales. Esta situación también sucede en un año de elecciones presidenciales, en el cual las posibilidades de un cambio de gobierno se pronostican como altas.
El rumbo económico tomado por las autoridades es una de las principales causas de la inacción de las reservas argentinas de esquisto. Debe tenerse en cuenta que en Estados Unidos, se ha producido una “revolución del esquisto” que provocó al auge en la producción.
La confianza de los inversores en Argentina se vio dañada principalmente por sus políticas nacionalistas, incluyendo la renacionalización de la compañía petrolera YPF realizada en el año 2012. A esto se suman el establecimiento de precios máximos y restricciones a las exportaciones. Explorar y producir también es caro en el país.
Pero algunas cosas comienzan a cambiar, mediante esfuerzos por mejorar las relaciones con los organismos internacionales de crédito, mediante un acuerdo de cinco billones de dólares (aprox. 4,5 mil millones de euros) en forma de compensación a la petrolera española Repsol por la expropiación de YPF.
La nueva administración deberá afrontar estos desafíos y revisar sus políticas para mantener al país conectado al comercio internacional.