Al ver la realidad de Kenia en 1990, un grupo de Houston, Texas, fundó Living Water International (LWI) una organización cuyo objetivo es proporcionar a las comunidades locales acceso al agua potable.
Hasta la fecha, LWI ha completado más de 10.000 proyectos de agua en 26 países. Estos proyectos dependen en gran medida del apoyo de voluntarios de todo el mundo. Muchos de estos voluntarios son personal de Automatización de Válvulas de Emerson.
En los últimos años, un buen número del personal de Automatización de Válvulas ha emprendido una labor de voluntariado en Honduras, como parte de una iniciativa LWI. Han viajado con el objetivo de ayudar a instalar pozos de agua en beneficio de las comunidades locales.
Dave Plum, Vicepresidente de Ventas Globales y Desarrollo Empresarial de Emerson, es quien accedió a asumir el papel de patrocinador ejecutivo para esta iniciativa. El costo de un proyecto en América Central es de USD 5.000 (unos 3.860 euros). Estos proyectos perforan e instalan pozos con bombas de estilo manual, que son adecuadas para la operación y mantenimiento por parte de la comunidad local.
Los pozos en promedio tienen de 60 a 70 metros de profundidad, aunque puede llegar hasta 120 con el fin de explotar el acuífero, lo que garantiza que el agua no se contamine por escorrentía o filtración.
Hasta la fecha, LWI ha completado más de 10.000 proyectos de agua en 26 países. Estos proyectos dependen en gran medida del apoyo de voluntarios de todo el mundo. Muchos de estos voluntarios son personal de Automatización de Válvulas de Emerson.
En los últimos años, un buen número del personal de Automatización de Válvulas ha emprendido una labor de voluntariado en Honduras, como parte de una iniciativa LWI. Han viajado con el objetivo de ayudar a instalar pozos de agua en beneficio de las comunidades locales.
Dave Plum, Vicepresidente de Ventas Globales y Desarrollo Empresarial de Emerson, es quien accedió a asumir el papel de patrocinador ejecutivo para esta iniciativa. El costo de un proyecto en América Central es de USD 5.000 (unos 3.860 euros). Estos proyectos perforan e instalan pozos con bombas de estilo manual, que son adecuadas para la operación y mantenimiento por parte de la comunidad local.
Los pozos en promedio tienen de 60 a 70 metros de profundidad, aunque puede llegar hasta 120 con el fin de explotar el acuífero, lo que garantiza que el agua no se contamine por escorrentía o filtración.