El continúo aumento en las importaciones de acero en América Latina se ha convertido en un riesgo para la conservación de empleos locales según Alacero, la Asociación Latinoamericana del Acero
Actualmente las importaciones llegan al 30% de la demanda regional lo que significa una amenaza en el ámbito laboral. Se pierden entre 46 y 64 empleos por cada millón de dólares en importaciones de productos metalmecánicos que llegan a la región.
En los primeros 10 meses del año pasado se importaron 17, 30 mil millones de toneladas de acero laminado. Un contrasentido es que América Latina se ha convertido en un importador neto de acero, cuando tiene la capacidad para satisfacer su propia demanda regional.
En América Latina se ha estancado la producción local desde 2010 debido a los flujos de importaciones que muchas veces llegan bajo prácticas comerciales desleales.
Brasil, quien recibió más de 1 millón de toneladas, representando el 26% del total, seguido de Chile y Perú son los principales importadores de productos laminados, por su parte México es el país de América Latina con mayor consumo anual per cápita de acero con 167 kilogramos al año, muchos más de los 130 kilogramos de la región.