México cuenta con un particular gasoducto que es propiedad privada. La empresa Celanese, una compañía química internacional líder en tecnología y seguridad, ha implementado este singular proyecto pionero en la región con capacidad para conectar a más empresas de la zona de Tototlán en Jalisco.
El gasoducto tiene 10 pulgadas y 27 kilómetros de largo, totalmente amigable con el medio ambiente, cumpliendo con todas las medidas de seguridad.
El gasoducto de Celanese se conecta con el Sistema Nacional de Ductos de Pemex hasta Ocotlán para finalmente llegar a Poncitlán lugar donde la empresa tiene sus instalaciones industriales.
Ahora las calderas de la empresa que antes consumían combustóleo al día de hoy consumen gas natural. Esto ha bajado el costo de las operaciones que están concentradas en la elaboración y comercialización de químicos básicos, fibras celulósicas y especialidades químicas.
El diseño de este gasoducto permitirá que otras empresas presentes o futuras en la región de la Ciénega de Chapala se puedan conectar para utilizar gas natural, algo que autorizó la Comisión Reguladora de Energía.