Israel busca transformar la planta desalinizadora de Ashkelon, convirtiéndola en la más grande del país.
El comité interministerial de licitaciones para la desalinización de agua de mar de la Contaduría General convocó un concurso internacional de concesiones para la renovación, ampliación y explotación durante 25 años de la planta desalinizadora de Ashkelon, situada cerca de la ciudad costera mediterránea de Ashkelon, en el sur de Israel.
Cuando se construyó, la desalinizadora de Ashkelon era una de las mayores y más avanzadas del mundo. Actualmente, la instalación se acerca al final del primer periodo de concesión y el gobierno israelí planea duplicar el volumen de agua desalinizada de aproximadamente 120 millones de metros cúbicos al año a 220 millones de metros cúbicos de agua al año. Una vez finalizado el proyecto, se convertirá en la mayor planta desalinizadora del país.
La próxima concesión incluirá la renovación de todos los sistemas de la planta, la construcción de nuevas infraestructuras y la explotación continuada de la planta, garantizando el suministro de agua al Estado durante un periodo adicional de 25 años.
El contable general, Yehli Rotenberg, ha declarado: “Por primera vez, volvemos a licitar la planta desalinizadora de Ashkelon, cuyo contrato de concesión ha finalizado, para un período adicional de concesión y explotación que incluirá también una importante ampliación de la instalación.”
“La nueva licitación para el periodo de concesión adicional de la planta desalinizadora de Ashkelon es otro paso significativo en una serie de instalaciones de desalinización promovidas por el Departamento de Contabilidad General mediante el método de APP en los últimos años, y que ha supuesto una auténtica revolución en el sector del agua.”
Actualmente, la planta desalinizadora de Sorek es la mayor instalación de Israel, con una producción de agua de unos 150 metros cúbicos al año. Fue construida y explotada conjuntamente por una filial del conglomerado multinacional Hutchison Whampoa Limited, con sede en Hong Kong, y su socio israelí IDE Technologies.
