España. La empresa especializada en soluciones de calderería Belinox informó acerca de las bondades de sus depósitos de acero inoxidable. En el proceso de elaboración del vino, en los últimos 20 años se dio un salto tecnológico importante luego de siglos de monotonía.
Uno de estos avances está representado por la aparición de los depósitos de acero. Estos han sido motivo de gran controversia. Por un lado, se encuentran aquellos profesionales del sector que apuestan por el uso del acero inoxidable por su capacidad de proteger el vino de agentes externos que podrían contaminarlo. Además, el acero aísla el vino de los cambios de temperatura y es mucho más higiénico que el roble. Por otro lado, los defensores del procedimiento tradicional de fermentación en toneles de roble se basan en la absorción de matices que hace el vino de la madera, aunque puede correr el riesgo de producirse una microoxigenación a través de los poros del roble.
En cuanto a la innovación tecnológica, las ventajas del acero inoxidable en la fermentación del vino incluyen el mantenimiento de temperaturas estables, el aislamiento contra agentes externos que podrían estropear el vino, la facilitación de la limpieza a fondo para evitar que queden restos de añadas anteriores, la capacidad de almacenamiento de numerosos litros de vino, a la vez que ocupa muy poco espacio en las bodegas, y un costo menor de mantenimiento que con la forma tradicional.
Belinox es una empresa española con más de 20 años de presencia en el mercado de la calderería.
