Los futuros requerimientos de la industria naval mexicana abren oportunidades para las siderúrgicas e industrias de la cadena metal mecánica. Se esperan ensamblar unas 900 embarcaciones para la flota pesquera en 5 años, lo que generaría una inversión de unos 2.500 millones de dólares (aprox. 3.400 millones de euros). El principal problema de la actualidad es que el País carece de proveedores.
Según el Comité Promotor de la Cámara de la Industria Naval (Camin), la falta de grandes proyectos navales ha rezagado la proveeduría de este nicho en ámbitos como el acero, tornillos o aluminio.
El 35% del valor de una embarcación corresponde a la construcción, motores, hélices, cables, tubería y placas de acero, las que serían provistas por las siderúrgicas y las empresas constructoras mexicanas. Todas deberían actualizar sus procesos para poder suministrar las partes necesarias, de lo contrario otros países se podrían beneficiar de las necesidades navales mexicanas.
Además de las embarcaciones para la industria pesquera, la reforma energética mexicana requerirá más barcos, a razón de 4 o 5 por plataforma. Este es otro aliciente para los proveedores navales.
Las embarcaciones para plataformas tienen un costo de hasta 12 millones de dólares (xx millones de euros).
Para lograr generar mano de obra y actualización, la Camin propone reducir hasta en 18% la carga fiscal para quienes construyan barcos en México.