Ecuador. El gobierno ecuatoriano lanzó una nueva ronda de ocho bloques petroleros ubicados en la provincia amazónica de Sucumbíos. A través de esta acción se iniciará el proceso de adjudicación de contratos bajo una fórmula que incluye el precio del crudo, aumento de producción y pago de impuestos.
Hace diez años, el entonces presidente Rafael Correa había suspendido esta modalidad, bajo el pretexto de que era “perjudicial a los intereses del país”. En ese momento, se la reemplazó por contratos de prestación de servicios, en donde el Estado pagaba una tarifa, pero retenía la totalidad de la producción.
Según la nueva propuesta, son las empresas las que fijan la cuota estatal, la cual no puede ser menor al 50 %. En la licitación, ganará la empresa que ofrezca mayor participación. Esto fue informado a la prensa por el ministro de Energía y Recursos Naturales no Renovables, Carlos Pérez.
Bajo estos términos, la participación del Estado fluctúa dependiendo del precio del crudo. De esta manera, afirma, “no pierde ni el Estado ni la empresa”.
Estos contratos también establecen que cada parte puede comercializar el crudo que le corresponde. Así, los privados deben afrontar los costos de su participación, así como la totalidad de la inversión que demande el bloque a su cargo.