México. En medio de un clima de incertidumbre, la petrolera estatal mexicana Pemex obtuvo un préstamo por 8.000 millones de dólares (aproximadamente 7.150 millones de euros). El préstamo bancario se produce en medio de una gran incertidumbre de los inversionistas sobre la carga de la deuda de la compañía petrolera. Sin embargo, los prestamistas que desean mantener vínculos con Pemex parecen no tener otra opción.
El productor de petróleo respaldado por el estado se encuentra refinanciando una parte de sus pasivos, en un contexto en el que su capacidad de refinación está en duda, al igual que sus ingresos futuros.
Pemex viene luchando desde hace una década contra la disminución de sus niveles de producción de petróleo, y sigue con una deuda de aproximadamente 107.000 millones de dólares (aproximadamente 95.633 millones de euros). Como se trata de uno de los créditos más negociados de América Latina, los banqueros comprenden la importancia de participar en las transacciones a gran escala de Pemex. La nueva financiación es la más grande de su tipo para la compañía.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), aplaudió las relaciones bancarias del gobierno y anunció la transacción en una conferencia de prensa junto a ejecutivos de Pemex y los tres bancos principales.