El huracán Ingrid causó daños a diversas instalaciones de Pemex. En particular fue afectado un tramo del poliducto Madero-Cadereyta, por las intensas lluvias y el aumento de la fuerza de la corriente del río Pablillo. Pemex suspendió de manera preventiva ante la llegada del huracán Ingrid la operación del ducto. Luego de la rotura, las válvulas de seccionamiento fueron cerradas de inmediato para minimizar el derrame del producto contenido en el tramo del poliducto.
Otras medidas que se tomaron fueron la colocación de barreras marinas y cordones oleofílicos para contener el hidrocarburo y evitar que el producto llegara a la toma y a la cortina de la presa, una acción que realizaron cuadrillas de Pemex Refinación. Además en la presa Cerro Prieto, los residuos de material vegetal absorbieron el hidrocarburo y están confinados en las orillas de la presa, alejados de la toma y de la cortina de la presa.
La Comisión Nacional del Agua autorizó a Pemex la realización de movimientos de material para el manejo de la creciente del cauce del río Pablillo y así poder reparar el ducto lo más pronto posible. Gracias a las medidas tomadas este incidente no generó ningún tipo de riesgo para la población.