Khalid Tahri, representante de la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable del gobierno de Marruecos, y Khalil Al Absi, subsecretario General de Planificación y Agua Compartida de la Autoridad del Valle del Jordán, han visitado la desaladora de Alicante para conocer el modelo de gestión del agua de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla. Durante la visita han estado acompañados por Marcos Martínez y Khalid Mohamed Hamza, miembros del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo; Virginia Villanueva y Araceli Iniesta, representantes de ICEX España Exportación e Inversiones; Domingo Zarzo, representante de SACYR, empresa explotadora de la desaladora; y Carlos Conradi, director de la MCT.
La Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable de Marruecos participa en importantes proyectos de estructuración para el desarrollo sostenible del país, dotándolo de infraestructuras para la producción, el transporte y distribución de electricidad y agua, así como tratamiento de aguas residuales. Por su parte, la Autoridad del Valle del Jordán es una agencia gubernamental encargada del desarrollo socioeconómico en el lado de dicho valle perteneciente a Jordania, gestionando y protegiendo los recursos hídricos y sus infraestructuras de apoyo.
La visita se enmarca dentro de un proyecto cofinanciado por el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo que tiene por objeto la optimización de los recursos hídricos en países muy afectados por su escasez que persiguen la implantación de nuevos instrumentos y técnicas para garantizar el acceso de agua a la población.
Los asistentes han tenido la oportunidad de conocer el funcionamiento de una instalación que tiene una producción máxima diaria en torno a 120.000 metros cúbicos. Recientemente la MCT ha adjudicado un contrato con un presupuesto de más de 9,5 millones de euros para la explotación, mantenimiento y conservación de la instalación durante los próximos 2 años.
En esta misma planta la MCT se encuentra redactando un proyecto de implantación de energía fotovoltaica para autoconsumo que tiene como objetivo favorecer la transición a una economía baja en carbono, reduciendo además el coste económico de la energía eléctrica consumida, en la línea de lo marcado en el Plan de Eficiencia Energética y Reducción de la Huella de Carbono de la MCT 2019-2030.
La planta desalinizadora de Alicante entró en funcionamiento en 2003 y ha sido fundamental para que no se hayan producido restricciones de agua en el ámbito geográfico abastecido por la instalación.