El robo de combustible desde los ductos que lo transportan en México es un problema que aún las autoridades no han podido resolver. Recientemente técnicos especializados de Pemex (Petróleos Mexicanos), miembros de Protección Civil y Bomberos de Jalisco, trabajaron en el control de un derrame de hidrocarburos en el poliducto Salamanca-Guadalajara.
El mismo fue provocado por una toma clandestina localizada en las inmediaciones del poblado La Villita, en el municipio de Tala (Mexico).
Se activó el Plan de Respuesta a Emergencias de Pemex y se procedió al cierre de las válvulas de la sección Santa Anita-Huaxtla del Poliducto como medida preventiva y de control para evitar posibles desastres que pudieran cobrar víctimas como ha sucedido con anterioridad.
El principal peligro fue causado por la columna de combustible de aproximadamente 30 metros de altura, que se levantó en torno a sembradíos de caña y pastizales. Una posible evacuación de los poblados aledaños es evaluada por las autoridades estatales.
Trabajadores de Pemex retirarán los artefactos colocados ilícitamente para poder reparar el ducto afectado una vez que el producto deje de fluir.
El Ministerio Público Federal ya recibió la denuncia respectiva de parte del área jurídica de Pemex la tomar conocimiento de los hechos.