Panamá. El canal de Panamá, que une los océanos Atlántico y Pacífico en el punto más angosto del continente americano, es una de las mayores obras de ingeniería de la historia. Como punto fundamental en la historia del traslado de mercaderías, posee una tradición que nace con el descubrimiento de los yacimientos de oro hace más de quinientos años.
Hoy, la empresa Sacyr ha culminado las tareas de expansión de este gigante de la ingeniería, en un segundo capítulo que sigue al de su inauguración en 1914. El nuevo set de esclusas posee 427 metros de largo y 55 de ancho, y permiten doblar las dimensiones del canal actual, y lo hacen con sólo una vía, por la que discurren mega buques capaces de transportar hasta 12.500 TEU (contenedores) y con un menor impacto ambiental.
En la construcción participaron 10.000 trabajadores de 40 nacionalidades distintas, que forman parte de más de 73 empresas subcontratadas para diversas labores.
Los juegos de esclusas que conforman el corazón del Canal de Panamá actúan como un ascensor que permite a los buques salvar el desnivel y seguir navegando al otro lado del continente americano. Así, cuando los buques llegan desde el mar y entran en la primera cámara, el agua se trasvasa de una esclusa a otra por medio de un sistema de válvulas que aplica la teoría de los vasos comunicantes, y que permite bajar el nivel de agua hasta el de la siguiente esclusa. Cuando se iguala, se abren las compuertas y la operación se repite.
Sacyr Industrial es la filial del grupo Sacyr que desarrolla proyectos de ingeniería y construcción industrial en los sectores del petróleo y el gas, infraestructuras eléctricas, plantas de energía y tratamiento de residuos. Está implantada en países como Bolivia, Colombia, Méjico y Perú, además de España.