La producción de acero chino provoca muchos problemas en todo el mundo, pero ahora es el gigante asiático el que tomó medidas contra la Unión Europea. En particular, se trata de aranceles chinos sobre tubos de acero usados en plantas de energía.
Ante esta medida, la Unión Europea pretende presentar una queja en la Organización Mundial del Comercio. Este es otro capítulo de un creciente conflicto comercial entre Pekín y el mercado europeo.
De esta forma, la UE se sumará a una queja presentada a fines de 2012 por Japón contra aranceles chinos.
En particular, se quiere revertir aranceles sobre las exportaciones a China de tubos de acero inoxidable continuos que fabrican las empresas Tubacex S.A de España y la alemana Salzgitter A.G.
Estas medidas legales contra aranceles se sustentan en que China los aplicó en forma de represalias en vez de ser medidas con fundamentos objetivos.
En realidad, la lucha comenzó hace ya dos años cuando China anunció que iba a imponer aranceles en septiembre de 2011, después de que la UE aplicó en junio aranceles similares a tubos de acero inoxidables fabricados en China.
La OMC no permite que los miembros apliquen sanciones “ojo por ojo”, sino que se deben probar los daños sufridos por una medida comercial de un país contra otro.
