La compañía ESM de Bolivia, nombre que se utiliza para denominar a la Empresa Siderúrgica del Mutún, tiene previsto una inversión del orden de los 1600 millones de dólares, 1300 millones de euros para su yacimiento del mismo nombre.
En la actualidad, existen seis empresas interesadas en dichos yacimientos de hierro procedentes de países como Corea del Sur, Venezuela, China, Rusia y Australia. La forma de asociación sería la de una alianza estratégica. Dentro de este marco, una de las empresas más interesadas en participar en dicha explotación es la surcoreana Hyundai, que cuenta con un proyecto ya diseñado para presentar a la empresa boliviana. Los directores de ESM tienen previsto viajar al país asiático a fin de acercar los términos de negociación por el 50% del paquete accionario del yacimiento de la empresa ubicada en Santa Cruz.
Actualmente, el 50% que se negocia está en manos de la empresa india Jindal, que no ha colmado las expectativas del Gobierno boliviano en cuanto a inversiones en el yacimiento, por lo que la situación de la negociación de venta de estas acciones no está nada clara, algo que juega en contra de las aspiraciones de Bolivia a este respecto.
De concretarse la salida de Jindal y la llegada de Hyundai, el proyecto siderúrgico entraría en marcha incluyendo inversiones en las fuentes de energía eléctrica, la construcción de la vía Mutún-Puerto Busch y el ferrocarril Mutún-Tacna para la exportación del acero.