Global. Una válvula de control automática se abre y cierra para aumentar o descender el flujo de fluidos para mantener las variables en sus medidas deseables. Mientras que estos tipos de válvulas son muy importantes y cumplen correctamente su función, no siempre se ajustan lo suficiente para cortar por completo el fluido de procesos. Estas aclaraciones fueron realizadas por el Director de Ingeniería del Cliente de Automation Services, Jerry Butz.
Butz afirma que, aunque algunos fabricantes de válvulas de control automáticas presumen de un “cierre ajustado”, en algunas de sus válvulas esto requiere de partes y materiales especiales.
El Instituto Americano de Estándares Nacionales (ANSI) reconoce y clasifica un rango de fugas permitidas en una válvula de control. Además, el Instituto Americano de Petróleo (API), establece su estándar 553 para válvulas de control de refinerías que se adecua al estándar ANSI para fugas permitidas.
Cuando una aplicación en particular requiere de un cierre más ajustado que el permitido por las normas ANSI, existen opciones que permiten un cierre ajustado original, las cuales incluyen diferentes materiales, y funcionamiento. Pero la tasa de reducción de pérdidas que pueden proveer es insignificante cuando se ven los números en contexto. En la práctica, muchas pruebas realizadas en válvulas de control demuestran que la mayoría excede su rango de ajuste.
En la mayoría de las aplicaciones de válvulas de control, las fugas permitidas son más que suficientes. Pero caso se necesite un extra, es conveniente considerar una válvula de clasificación superior o también utilizar una válvula de cierre adicional.
Automation Service es una compañía estadounidense especializada en la fabricación Instrumentos de Control de Procesos que cuenta con servicio de ventas en español a través de su representante ubicado en Estados Unidos.